Y continúan los conflictos en mi hogar. Resulta que mi hija Samantha Bitch (en foto 1), es constantemente sorprendida con las patas en el Negro. Lo que es peor, tienen pruebas para acusarla (foto 2).




Yo le perdono todo a mi hija, es mi sangre! qué quieren que haga?. El otro día, se comió uno de mis zapatos favoritos. Lo sacó de mi cuarto y cruelmente lo arrastró escaleras abajo, lo mordisqueó, se lo comió y dejó sus restos en la puerta de entrada, para que vieramos el cadáver.

No sé qué hacer! Tendré que exorcisarla, pero es tan caro, la Iglesia Universal me cobra 100 UTM (reajustados a la variación del IPC mensual), y de pie les tengo que dar el ventiesmo equivalente a un año. Y simplemente no me alcanza. Más encima mi ex-marido y padre de mi hija (Ignacio Valenzuela, sí, el del área deportiva de canal 13), no coopera con los gastos de la niña. Que el Pedigree, que las Scooby-galletas, que el LavaCan, que las vacunas, qué horror!

Definitivamente tendré que dejar el part-time en el McDonald's y buscar algo más serio, como limpiar retretes, por ejemplo.

Le he preguntado al resto de mi familia que cómo puede ser que mi hija sea tan loca, por no decir desquiciada, si yo soy tan tranquila. Pero todos me han respondido lo mismo: un golpe en la cabeza y un 'saaaa'. No entiendo nada.

Bueno, no los quiero saturar con mis problemas domésticos. Adeu.