lo leo y lo leo y lo leo y lo leo pero no lo termino de entender.
entiendo mucho sobre muchas cosas, más que nada existencialismos (es lo que se me ocurre ahora) que me carga describir pero que sé que los sé y que los entiendo, por mi desarrollada empatía que no sé de dónde saco tanta pero a veces me juega en contra porq me pongo demasiado tolerante. demasiado. y después me lleno de paciencia pero después me veo y cacho q no soy yo (no-soy-yo). y ahí me da el ataque y lo mando todo a la cresta argumentadamente e hiperventilada. siempre que el target me quiera escuchar, sino, lo obligo de cualquier manera. pero me apesta que no hagan feedback, aún no aprendo a leer mentes. y no soporto que la gente no sea recíproca. hay que serlo hay que serlo. por eso tampoco soporto a los egoístas. o sea, los soporto, de hecho, tengo amig@s egoistas, pero me no me gusta ese particular sobre ellos, y se los hago ver. y no me entiendo mucho cuando soy capaz de decir tan ácidamente mi parecer a la gente, a la cara de la gente fuerte y claro, y con otras personas simplemente no puedo. y me pongo débil y me derrito y dejo que me basureen. imbécil.

hay personas que me importan tan poco o nada, que si me dicen alguna grosería o una crítica o hablan mal de mi a mis espaldas y luego me entero, que no logro sentirme mal. no puedo, es como si me transformara en un jabón, todo me resbala. no me enojo ni me cuestiono nada, sólo intento entender al alterado que me habla. y me da risa que lo hago en el mismo momento, onda, mientras me ofenden me quedo en trance y pienso pienso mucho de por qué está pasando lo que está pasando. y generalmente cacho q onda, y generalmente llego a la conclusión que el alterado está medio mal del mate y que no estamos hablando al mismo nivel.
cuando chica mi papá una vez me enseñó que las personas inteligentes nunca pierden el control. las educadas tampoco. las criteriosas tampoco.

nunca he sido ni fácil ni pololera, de hecho eso hace que la gente me pregunte si soy lesbiana, sólo porque pasan años y años y me preguntan si tengo novio y siempre respondo que no. 'pero ni un pinche, algo..?' nono. 'ah pero igual en los carretes pinchai poh' no-no (o sea lo hice como una vez pero el tipo ya me gustaba hace un tiempo así que así es como lo justifico, nerd). 'pero cóooomo!' así po, no, no me gusta, no hago eso y tampoco carreteo tanto, de hecho me carga la palabra carrete y prefiero quedarme en casa viendo pelis o haciendo nada.
hace tiempo mis amigas me contaban sus (des)amores y dramas e incluso me pedían consejo (!). no podían elegir a peor persona para eso. no sé nada del amor yo, cómo voy a saber. así que solía decirles bien tajante y hitlerianamente que no fueran hue***s y PLR a los tipos. es que es muy muy (extremadamente muy) fácil hablar. sobretodo si uno no conoce el tema. y pensaba, creo que aún pienso, que mis consejos estaban bien, mirandolo fríamente. y es por eso que no resultaban y muy pocas veces me hicieron caso en las opiniones, porque eran frías y distantes y no tomaba en cuenta que entre medio de todo el drama lo principal era que había amor. así de simple. con amor nada es lo mismo, es que todo ES amor. tan cursi que suena, nunca he sido buena hablando. y bueno, este febrero, que fue el peor febrero emo que he tenido en mi vida (es definitivo), me hizo darme cuenta de eso. este puto febrero emo me tuvo con insomnio todos los días y esperando nada, pero al menos me dejó varias-hartas moralejas (sí, como cuentos y fábulas). y es extraño que desde siempre supe que al final sería nada, incluso se lo dije a todo el mundo, que no sería nada, pero el que tenía que saber se dio cuenta un poco tarde y eso me hizo tener el febrero emo. incluso me querían mandar a brasil en la peor semana de las cuatro, lo cual me habría hecho bien, pero quedarme acá me hizo mejor. yo elegí quedarme acá y vivir agro y punkmente la situación. estaba más sola. la casa empolvada, no cociné nunca, un asco, y yo me daba el lujo de invitar amigos, sinvuergüenza. thank god ahora hay nana denuevo y ya no es tan repugnante entrar a la casa. aparte el punto.
y no sé por qué en el concierto de oasis me di cuenta que fue mejor así, que ahora está todo bien y que mi flojera ramificada a todos los aspectos de mi vida me sirve. y no sé si tengo complejo de ghandi, pero suelo sacrificar mi felicidad por la de los demás. y suelo no traicionar, a las de mi género sobretodo. en los conciertos siempre pasa algo especial.

en fin. le foto lleva nuevo corte de pelo que se ve mal con risos y mal con liso (según votación telefónica). pero a mi me gusta, no sé qué pasa. bueno, nunca he creído que la mayoría tiene la razón, todo lo contrario. por eso la democracia no resulta tanto (risas).